Compensación directa un año después

El Decreto Ley nº 181 de Bersani, de 18 de mayo de 2006, introdujo una nueva forma de operar en los ramos elementales, en particular la responsabilidad civil de automóviles: la indemnización directa. Si bien esta legislación ha repercutido sin duda en la rapidez y los plazos de indemnización de los asegurados y, por tanto, también en la satisfacción de los clientes, también ha provocado cambios importantes en las compañías de seguros. En este contexto, podemos ver cómo el siniestro, antes visto sólo como una fuente de costes, puede convertirse en una verdadera oportunidad de negocio. La dimensión multifirma y la prohibición de la exclusividad en los ramos no de vida podrían sin duda intensificar la competencia entre las compañías y hacer de la red de distribución un elemento crítico para lograr una ventaja competitiva sostenible. Sin embargo, para disponer de una red de distribución eficaz, es necesario contar primero con una estructura organizativa de apoyo funcional. En particular, la compensación directa puede requerir la identificación de nuevos criterios para la subdivisión de competencias y tareas en el proceso de compensación entre liquidadores, agentes y servicios externos (centros de llamadas) que también sean capaces de respetar indudables limitaciones de eficiencia. Se corrobora, por tanto, cómo la búsqueda de nuevos modelos organizativos alineados con el negocio es de fundamental importancia para formular una oferta competitiva basada sobre todo en los servicios sin descuidar, no obstante, la racionalización de los costes estructurales.